«Todo el mundo estaba esperando recibir un ventilador, nadie estaba pensando en hacerlo.» Luis Aragón – MBA
Dr. Luis Aragón
MBA | Especialización en Finanzas
Guatemala
Como médico cirujano, la opción del MBA en la Escuela de Negocios quizás era un siguiente paso inusual para la carrera de Luis Aragón. Aunque no lo tenía previsto, conforme sus días como médico se llevaban a cabo, empezó a notar un patrón en las instituciones de salud en el país. Los médicos estaban preparados de sobra para atender cualquier emergencia o enfermedad. Sin embargo, Luis empezó a darse cuenta de que, en la ecuación del éxito de un hospital, faltaba un elemento que hiciera que todas las piezas caminaran: la gestión.
Después de su residencia, Luis entendió que la medicina en Guatemala era igual de buena que en los hospitales reconocidos del extranjero. Pero, como las instituciones tienen desafíos administrativos, el sistema completo de salud sufre las consecuencias. Para una gestión ordenada y efectiva, Luis encontró el cuello de botella en el manejo de inventarios, en el flujo de pacientes, en el manejo de personal e incluso en la capacidad de un hospital de predecir tiempos de escasez o de sobra.
Fue entonces cuando Luis se volcó hacia la Escuela de Negocios de la Universidad Francisco Marroquín para buscar herramientas que lo ayudaran a atacar los desafíos con los que se topaba a diario como médico. El MBA se convirtió en el programa que Luis necesitaba para comenzar a pensar de una forma diferente. Como médico, su formación había estado siempre enfocada en la parte científica de su carrera. Para fungir como médico, se requiere una educación específica y de experiencias puntuales. Pero, para poder administrar una organización, se necesita otra visión y otras habilidades que se enfoquen en la parte tras bambalinas de la medicina.
«La mentalidad es distinta en la UFM. La universidad tiene una particularidad en donde el emprendimiento se percibe en todos lados. En otros lugares, se forman los estudiantes para conseguir un buen trabajo. Aquí, se forman para emprender y eso es muy valioso.»
Conforme Luis iba tomando los cursos del MBA, “podía aplicar directamente lo aprendido en clase en mi rutina diaria”. Poco a poco, comenzó a notar que “el MBA da una ventaja competitiva porque la gente me empezó a buscar por otros asuntos y no solo por ser médico. Colegas que querían que los ayudara con estados financieros o de logística, por ejemplo. Ahora puedo aportar más en las reuniones en donde estoy.”
Con cada curso que tomaba de la maestría, Luis salía de clase con una perspectiva nueva. Además, afirma que lo que más lo impresionaba de las clases era la habilidad de poder aplicar lo aprendido de forma inmediata en su día a día. Desde contabilidad hasta mercadeo, cada tema iba armando a Luis con material que enriquecía su capacidad para solucionar problemas y, más importante, para pensar en alternativas más allá de los protocolos médicos. Al terminar la maestría, Luis no solo terminó equipado con herramientas nuevas, sino que además desarrolló una visión global.
Durante la pandemia, esa visión global para resolver problemas fue clave para la toma de decisiones, en especial a la hora de responder y dejar de reaccionar ante la crisis. Con las herramientas que obtuvo en el MBA, Luis de inmediato comenzó a reunirse con colegas para hacer ventiladores en Guatemala y así evitar depender al 100% de la importación de estos; “todo el mundo estaba esperando recibir un ventilador, nadie estaba pensando en hacerlo.” Esta forma de pensar en preparase antes de una crisis de escasez luego se aplicó también al manejo de otros utensilios médicos para administrar las medicinas y hasta se empezó a trabajar en un modelo de predicción de flujo de pacientes enfermos. Al final del día, los hospitales no solo tenían que trabajar con el Covid-19 sino también con las enfermedades y las emergencias fuera de la pandemia.
Vivir la pandemia como médico también hizo que Luis valorara aún más la educación del MBA. Con esa nueva mentalidad de emprendedor, Luis confiesa que ahora su manera de pensar está enfocada en la mejora continua y en tomar las riendas de las situaciones desafiantes. Este tipo de pensamiento es ahora el motor que lo ha impulsado hacia posiciones de liderazgo que, como revela Luis, por lo general están ocupadas por personas con más experiencia.
Al trasladar parte de su rutina y la de su familia a un formato virtual, hoy, más que nunca, Luis recomienda seguir estudiando y seguir aprendiendo. A pesar de las dificultades para ir a clases presenciales, señala que el valor de la educación constante es lo que diferencia a las profesionales que sobresalen en su área de trabajo. A los jóvenes, y en especial a los jóvenes médicos, les recomienda los programas de la Escuela de Negocio por dos razones: a) la flexibilidad de horarios y formatos y b) la oportunidad de ver el mundo desde un punto de vista distinto.
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Leer másEl MBA era justo lo que le hacía falta para seguir creciendo en su carrera profesional.
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