Después de su licenciatura, el trabajo que empezó como una pasantía en una multinacional se convirtió en una posición permanente, al graduarse en la universidad. Después de unos años trabajando en ese puesto, Michelle quería enriquecerse con otras experiencias y otros conocimientos, para seguir avanzando en su carrera. Esto la llevó a tomar la decisión de estudiar una maestría en la Escuela de Negocios.

Su experiencia en la multinacional la hizo darse cuenta de que solo quienes están constantemente retándose, tanto en la teoría académica como en la práctica, son quienes llevan a las empresas adelante. En su maestría, Michelle asegura que las experiencias de sus compañeros, los casos de estudio y los profesores fueron piezas clave de su formación como ejecutiva. A pesar de haber terminado su maestría antes de la pandemia, para Michelle la flexibilidad con las clases en línea constituyó una gran ayuda en su trabajo. Como tenía que viajar, la opción de clases en línea fue una solución para seguir sus clases en tiempo real.

La maestría la hizo cuestionar procesos, potenciar proyectos que ya tenía en curso, aplicar nuevas técnicas en su trabajo e incluso crear una red nueva de contactos de profesionales. Con el conocimiento y la experiencia de la maestría, fue avanzando poco a poco hasta tres posiciones en su trabajo, y pasó a convertirse en category strategic manager de la región, en Mars Wrigley.

En palabras de Michelle, sacar la maestría es una manera de «extender la forma de pensar, a pesar de que no resulta fácil». Hoy asegura que el programa de la Escuela de Negocios es una forma de encontrar ideas nuevas para aplicar en el trabajo diario, tanto en lo personal como en lo profesional.